30/5/15

RELATO GANADOR DE LA SEMANA, Y UN FINALISTA DE WONDERLAND



Fotografía tomada de la red.






CANALLAS


Camina lenta, pesada. Ojos tristes de niña vieja. Va a poquitos, como polluelo recién salido del nido. Lejana ya, la infancia. Y sin embargo ayer mismo. Una explosión de júbilo, su risa. Saltaba por el gozo de saberse junco, bebedor de vida. Jugaba a ser mayor, como todas las niñas. Y en ese juego su futuro era malva, amarillo, verde, rosa, azul, pero nunca del color del cieno.

Hoy, truncados sus sueños, mira de reojo a los niños que botan las pelotas en la plaza, luego se toca la barriga hinchada, extraña, y sigue andando de camino a su infierno.



LIMITACIÓN


A veces, a través de la ventana de mi cuarto, miro un punto en la lejanía. Me gustaría saber qué hay allí, quién vive en ese espacio y cómo se mueve. Si hay o no jardín, columpios y niños que jueguen en él. Y entre la hierba ¿cuánta vida bullirá? ¿Qué muertes ocurrirán bajo la zapatilla infantil? Subo la mirada al horizonte. Entonces caigo en la cuenta de que por muchos años que viviera jamás podría recorrer cada palmo de nuestro planeta. Conocer todas sus criaturas. Mucho menos el universo entero. Y me retiro del cristal con una tristeza infinita.




Para escuchar el audio pinchad aquí. A partir del minuto 32: 12.

9 comentarios:

Cora Christie dijo...

Como un latigazo de impotencia me llega tu relato Lola. Bello y terrible.

Mei Morán dijo...

Felicidades, Lola!

Miguelángel Flores dijo...

Grande siempre Lola.
Abrazo, grande tambien.

Lola Sanabria dijo...

A veces pasa, querida Cora, que por mucho que lo intentes (y hay que intentarlo hasta donde podamos), la canalla se impone.

Gracias, Mei.

Mil gracias, Miguelángel.


Un abrazo de osa para todos.

Juan Leante dijo...

Esa es la moral de un estado confesional católico. Matar a una criatura para seguir diciendo que defienden la vida. Son los que luego hablan en contra del fanatismo.
Enhorabuena por tu excelente forma de expresar esta barbaria.

Nenúfar dijo...



Que tristeza me dejan estos dos relatos, Lola. Pero cada uno de ellos me provoca una tristeza diferente. En el primero, la situación terriblemente desoladora de la protagonista me causa, sobre todo, dolor. En el segundo, el reconocimiento de esa limitación humana, que tan bien plasmas, me produce el pesar de la impotencia.

Me han gustado estos micros. CANALLAS, especialmente, y, además, me parece magnífico.

Enhorabuena, Lola, y abrazos.

Lola Sanabria dijo...

Efectivamente, Juan, esta es la hipocresía de los estados religiosos, que dicen estar a favor de la vida.

La pérdida de la niñez es una de las situaciones más terribles para el ser humano. Las limitaciones, nuestras limitaciones, están ahí, y aceptándolas disfrutamos de las pequeñas cosas de la vida, Nenúfar.


Un abrazo enorme,agradecido.

Amando García Nuño dijo...

Magistrales ambos, y eso no es nada nuevo al comentar tus textos. Cierto que el primero llega más inicialmente, que puede ser más impactante. Pero la cantidad de hilos que enreda el segundo, con su imposible ovillado, me lo hacen más sugerente, más poderoso, deja una certidumbre como de punto muerto.
Abrazos, siempre

Lola Sanabria dijo...

Gracias, campeón, por tus requiebros a mis textos.

Un abrazo inmenso.